La sarna es una enfermedad con una alta capacidad de contagio y que representa un auténtico reto sanitario en muchos países del mundo.
Cómo se contagia la sarna
La sarna es una enfermedad contagiosa provocada por el ácaro Sarcoptes scabiei.
Podemos decir que la sarna se transmite por dos mecanismos básicos: Transmisión directa y transmisión indirecta.
Transmisión directa
El término de "transmisión directa" hace referencia al contagio interpersonal piel-piel cercano, Es decir, por el contacto de la piel entre dos personas.
Este es el mecanismo más común de contagio de la sarna.
Los niños son especialmente propensos a adquirir y transmitir la infestación por su trato inmediato con otros niños. Igualmente, se puede adquirir en casa a partir de un familiar infestado.
Por este motivo, una persona con sospecha de padecer sarna debe tener especial cuidado para no provocar el contagio de otras personas.
Dada la posible transmisión directa de la sarna y que esta puede presentarse en prácticamente toda la superficie de la piel (genitales incluidos), podría considerarse una posible enfermedad de transmisión sexual.
Transmisión indirecta
De forma simplificada, la transmisión indirecta hace referencia a aquella que ocurre si existe una separación en el tiempo y el espacio entre la fuente y el huésped.
La transmisión indirecta podría ocurrir por medio de seres animados, como mascotas; o por medio de seres inanimados, como la ropa.
Algunos de los medios más destacados de transmisión indirecta de la sarna pueden ser la cama, las toallas, la ropa o el sofá.
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